Las causas reales de los recortes
Vicenç Navarro | Catedrático de Políticas
Públicas de la Universidad Pompeu Fabra
nuevatribuna.es | 05 Marzo 2013
Uno de los argumentos que se dan con mayor insistencia
para justificar las políticas públicas de recortes de gasto público, incluyendo
gasto público social, es que los Estados se están gastando mucho más de lo que
pueden hacerlo. Desde esta postura se argumenta que los gastos en pensiones, en
sanidad, en educación, en servicios sociales, en escuelas de infancia y una
larga lista de transferencias y políticas públicas del Estado del Bienestar han
alcanzado dimensiones que no son sostenibles para las arcas del Estado, sean
éstas del gobierno central o de las Comunidades Autónomas (CCAA). De acuerdo
con tal teoría, el gobierno español ha tomado la decisión de recortar nada
menos que 39.000 millones de euros en 2013 que van a afectar muy negativamente
a los componentes citados del Estado del Bienestar de España y de sus
Comunidades Autónomas, incluyendo Catalunya. Los recortes impuestos por el
gobierno central a las CCAA -que son las que gestionan la mayoría de los
servicios públicos de tal Estado del Bienestar- representan un ataque frontal
(y no hay otra manera de describirlo) a estos servicios públicos, que ya están
entre los menos financiados de la UE-15, el grupo de países de nivel de
desarrollo semejante al español, incluyendo el catalán. El gasto social
(predominantemente público) por habitante en España y en Catalunya está entre
los más bajos en tal comunidad. La media de la UE-17 (que es la UE-15 más
Eslovaquia y Estonia) fue de 8.030 unidades de poder de compra en 2010,
mientras que en España fue de 6.284 y en Catalunya de 6.563. Es decir, que
tanto España en su conjunto como Catalunya gastan en protección social
aproximadamente una quinta parte menos de lo que gastan los países con
semejante nivel de desarrollo.
El argumento de que nos hemos estado gastando más de lo
que podemos gastarnos carece pues de credibilidad científica. Mientras que el
nivel de riqueza de España y Catalunya fue el 91% y el 110% del PIB del
promedio de la UE-15 respectivamente, el gasto social por habitante fue sólo
del 78% y del 82% del promedio de tal comunidad incluyendo también Estonia y
Eslovaquia. Tanto España como Catalunya son lo suficientemente ricas como para
gastar muchos más recursos de los que gastan en su Estado del Bienestar. Lo que
ocurre es que el Estado no los recoge. Los ingresos al Estado y a la
Generalitat de Catalunya son más bajos de lo que les correspondería por el
nivel de riqueza que tales países tienen. Mírese como se mire, el hecho es que
los recortes no pueden justificarse porque nos gastemos demasiado.
La causa de tales recortes hay que buscarla en otro
lugar. Y éste es, precisamente, en el enorme poder que las entidades
financieras tienen, tanto en Catalunya y en España, como en la Eurozona, donde
recae la responsabilidad por tales recortes. Veamos los datos. A la vez que el
gobierno español quiere recortar 39.000 millones de euros, el mismo gobierno
tiene pensado gastarse 38.589 millones de euros sólo en pagar los intereses de
la deuda pública, intereses que han sido artificialmente elevados como
resultado del diseño del sistema financiero de la Eurozona. Si el Banco Central
Europeo (BCE), y antes el Banco de España, hubieran prestado desde 1989 al
Estado español dinero a los mismos intereses a los que el BCE lo ha prestado a
la banca privada, la deuda pública española sería hoy un 14% del PIB, en lugar
del 90%. El Banco Central Europeo no es un Banco Central sino un enorme lobby
de los intereses financieros. De ahí que preste dinero a un 1% a la banca
privada y que sea ésta la que con este dinero compre bonos del Estado español a
unos intereses del 6% y del 7%. Un negocio redondo y que la población paga a
base de recortes y recortes del gasto público, incluyendo el social. Ésta es la
razón de que haya tantos recortes. Y todo un tinglado ideológico se ha
construido y promovido por los medios de mayor difusión a fin de justificar tal
realidad. Así de claro.